Capítulo 2
Narra Tiffany
Era muy temprano cuando sonó el despertador, ese ruido odioso que me decía que tenía que ir al instituto.
Observé mi habitación aun entre bostezos, toda ella estaba decorada con los colores del Dawson High, había escudos, fotos mías animando en los partidos de fútbol… y por supuesto, mi querido uniforme.
Yo, al ser animadora, no tenía que llevar el uniforme oficial, con llevar el uniforme de animadora, servía, lo que era un lujo.
Puede ser que la gente piense que soy una friki por tener la habitación así, pero yo lo llamo “espíritu de equipo”. De hecho, toda mi familia es así, mi hermana Candy era la mejor voladora de las animadoras y mi hermano Dustin era el mejor jugador de fútbol, por no olvidar que nuestros padres se conocieron en el Dawson High. Toda nuestra vida gira alrededor del instituto.
Terminé de arreglarme, desayunar y de prepararme las dos mochilas: la de los libros y otra con la ropa para el entrenamiento.
Llegué al instituto en mi coche nuevo, me había sacado el carnet el mes pasado y mis padres me lo habían comprado. Salí de mi coche y me encontré con la directora en el aparcamiento, la señora Keels. Al ser la capitana de uno de los grupos más influyentes del instituto, tenía que ser muy respetuosa, buena estudiante y ser una buena modelo para los nuevos alumnos y la señora Keels siempre me lo repetía. Y hoy no era una excepción.
Tras la larga, y repetitiva, charla de la directora, fui directa a la zona de las taquillas donde había quedado con mis compañeras del equipo para ir juntas a clase, se había convertido casi en un ritual.
Atravesé todo el pasillo y no las vi por ningún lado ¿Dónde se habían metido? Estuve buscándolas un buen rato pero no las encontré, así que pregunté a un grupito de chicas que me dijeron que ya habían ido a clase.
Después de darles las gracias fui corriendo hacia donde me habían dicho, pensé que sería tarde y por eso se habían marchado, pero no fue así. Estaban en el pasillo, acompañadas de una chica pelirroja que no era del equipo, ni siquiera me sonaba del instituto.
–¡Chicas!–les llamé –¿Donde estabais? Llevo buscándoos desde que llegué.–
–Perdona Tiffany estábamos entretenidas con Samantha.–Dijo Regina disculpándose amablemente. Me quedé algo sorprendida ya que no conocía a nadie con ese nombre y no pude evitar preguntar en un tono tanto de extrañeza como de desconcierto.
–Quién?–¿Quién era esa tal Samantha?, ¿Una chica nueva?
–Yo soy Samantha. Samantha Baizen–Se presentó amablemente la pelirroja a la cual no conocía, efectivamente, era una nueva alumna. Compuse una sonrisa educada, parecía altanera pero lejos de ello no me preocupada demasiado.
–Encantada, soy Tiffany Bennet.–Respondí, haciendo gala de mi característica amabilidad.
–¿Eres la capitana del equipo, verdad? – Me preguntó potencialmente interesada, asentí.
–Sí, la verdad es que sí–Dije, mas no añadí más, no solía presumir mucho de mi título frente a las demás alumnas, por más que me gustase este.
–¿Qué clase tienes ahora? – Volvió a interesarse por mí, supuse que iba a nuestro mismo curso, de ahí que las jóvenes de mi equipo la acompañasen a clase.
–Ahora tengo español con la señora Peecks.–
–¡Y yo! – dijo con un tono que no me dio muy buena espina…
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